Con cerca de 300 millones de pesos de inversión, la reconocida Escuela de Peñuelas, vivirá una relevante intervención de infraestructura.

En medio de la naturaleza, con más de 120 años de existencia, con un profundo cariño de su comunidad y caracterizada también por el alto compromiso de sus apoderados y el variado perfil social de la comunidad; se encuentra uno de los establecimientos educacionales más particulares del Servicio Local de Educación Pública de Valparaíso: la escuela Teniente Julio Allende Ovalle.

Lejos de la zona más urbana de Valparaíso, lo que es una de sus virtudes también ha sido punto de postergación histórica desde el desarrollo estructural, situación que con la administración estatal de SLEP ya comienza a cambiar.

Equipamiento, obras civiles, nuevos equipos, entre otras materias, son parte del proyecto de conservación al que se someterá -a partir de este fin de año- la escuela, luego de concretada la adjudicación de la licitación en Mercado Público.

Se trata de más de 278 millones que irán destinados a un anhelado mejoramiento de la escuela, que cuenta con una histórica casona y otros espacios construidos por circunstancias de emergencia.

“Estas mejoras tendrán una relevancia mayúscula, porque la escuela por muchos años está abandonada. Por ejemplo, en las instalaciones de emergencia con containers, se está hundiendo el piso, las puertas no cierran, entonces ha sido muy difícil” explica su directora, Marta Ríos.

Pese a sus dificultades, la escuela obtuvo el reconocimiento de “Excelencia Pedagógica” por lo que cree que estos avances serán “un regalo para toda la comunidad, el reconocer el inmenso trabajo, la dedicación y el cariño con el cual se atiende a nuestros niños”.

Destaca además que “de los 188 niños que tiene la escuela, un tercio tiene necesidades educativas especiales, y nuestro equipo PIE es maravilloso, entonces esto es una añoranza de años, por lo tanto, materializar cambios estructurales nos dará dignidad”.

Revela además que esto será parte de un círculo virtuoso que beneficiará a la comunidad: “Tenemos familias muy cooperadoras, por ejemplo, ellas mismas están haciendo un nuevo escenario, con una estructura más firme, han puesto instalaciones de televisores, entre otras, porque todos están muy contentos con la escuela”, agrega, detallando que la propia comunidad aportará siempre con nuevas mejoras.

Daslav Mihovilovic, Director Ejecutivo (s) del SLEP, comentó al respecto que se trata de «un establecimiento muy alejado del centro de Valparaíso que tiene muchas necesidades en materia de infraestructura, es nuestra única comunidad sin agua potable por las situaciones del sector, por lo que esta inversión sin duda dará una distinta cara al lugar. Creemos que la forma de ayudar a nuestros establecimientos es a través de la elaboración de proyectos con un trabajo serio y esta plata mejorará el espacio en que se desarrollan nuestros estudiantes».

Punto de inicio

Desde el Centro General de Padres, Madres y Apoderados su secretaria, Beatriz Sepúlveda, comentó que este proyecto es un apoyo para la labor que desarrolla la comunidad.

“La escuela ha estado durante años abandonada y hay una serie de complicaciones. Ahora que lleguen estas mejoras es un aliciente para seguir trabajando por una escuela que es histórica, que tiene todo un arraigo con Peñuelas y Valparaíso. Es un lugar con características súper importantes, como por ejemplo estar al lado de una reserva natural o ser una escuela de inclusión”, explica.

Dijo que, tras largos años de abandono, “recién la escuela, junto con SLEP, ha empezado a visibilizar y reconocer todas las situaciones que han pasado. Nosotros siempre hemos hecho autogestión, por lo que ahora el apoyo es importante. Es reconocer que la escuela necesita esta ayuda y más. Esto es sumar para niños que tienen necesidades y formas de vida diferentes; con docentes que entregan afecto, energía y motivación; y con apoderados que quieren hacer una educación distinta para todos y todas. Queremos que la escuela sea un motor social”.

Los trabajos, considerarán envolvente térmico, aula colaborativa, conservación de servicios higiénicos, pinturas en general, reemplazo de interruptores y enchufes eléctricos, reposición de puertas y ventanas, entre otras, deberían comenzar en la segunda quincena de noviembre.