Un singular e innovador protocolo de reacción frente a una anafilaxia, que surge como modelo a replicar para el territorio, desarrolló nuestra Escuela Teniente Julio Allende Ovalle.

La propuesta nació por la necesidad de otorgar cuidado, protección y seguridad a cada niño que pertenece al establecimiento y a sus familias, pudiendo prevenir y atender situaciones de salud derivadas de alergias y reacciones de estas.

El shock anafiláctico, también conocido como anafilaxia consiste en una reacción alérgica extremadamente grave que afecta a todo el organismo y puede ser mortal. Puede ser derivado, principalmente, de consumo de fármacos o alimentos y picaduras o mordeduras de insectos.

Para la elaboración de este protocolo se utilizaron insumos adquiridos a través de capacitaciones y redes de la «Fundación Creciendo con Alergias», que actualmente está liderando la incorporación de estos cuidados preventivos y de reacción, acompañando a las familias y comunidades, la experiencia de familias con hijos o hijas que tienen alguna condición alérgica y la propia experiencia de la comunidad de la escuela Teniente Julio Allende, que actualmente atiende a una estudiante que presenta alergias graves con características de anafilaxis.

Según explica Claudia Urioste, jefa UTP del establecimiento, esta innovación “también es un protocolo de acción para distintas alergias, no solo alimentarias, sino de inhalación y tacto”.

Consultada por qué sería importante instalar este documento en todas nuestras comunidades, asegura que es la forma “para que nunca un niño tome riesgo, para que nunca sienta una familia que no es seguro el lugar de educación. Nosotros tenemos el deber de entregar la seguridad a las familias y estudiantes, para que se desarrollen sin importar su condición. Este protocolo norma cómo nosotros prevenimos aparición de reacciones alérgicas y evitamos un posible shock y tiene que estar socializado con la comunidad”.

“Desde el 1 de marzo de este año la Junaeb tiene minutas especiales para niños que presentan Necesidades Alimentarias Especiales (NAE), por lo tanto, este protocolo puede ayudar a hacer un vínculo con Junaeb y encontrar fórmulas cuando las familias no pueden enviar su propia alimentación. En caso de niños no diagnosticados, estas alergias pueden aparecen en cualquier momento de la vida, entonces saber cómo reaccionar es importante para dar auxilio”, agregó.

Ximena Miquea, directora del establecimiento de Peñuelas, agregó que es fundamental “velar por la seguridad integral de nuestros estudiantes, de manera inclusiva, contemplando aquellas cosas que no siempre se ven y que, muchas veces, pueden poner en riesgo a nuestros niños, niñas y adolescentes. Ahora estamos cubiertos y tenemos un excelente equipo que se ha encargado de ese protocolo”.

En tanto María Paz Herrera, educadora de párvulos, mencionó que “nosotros tenemos la obligación de brindarle protección a nuestros estudiantes y dar esta tranquilidad a las familias que dejan lo más importante para ellos en nuestras manos. Este protocolo es trascendental porque trata de situaciones de vida o muerte, A nosotros nos tocó este año atender a una estudiante con alergia alimentaria y no sabemos qué puede ocurrir mañana, entonces queremos evitar que vuelva a ocurrir a otro niño en nuestro territorio”.

Los síntomas de una anafilaxia pueden incluir dolor abdominal, presión en el pecho, diarrea, dificultad para tragar, picazón, náuseas, hinchazón de cara, ojos y lengua, entre otras.

El protocolo incluye, entre otros puntos, diligencia en la información entre el equipo escolar, posible administración de epinefrina, traslado a

La creación, recopilación de antecedentes y estructura de la iniciativa corrió por parte de Claudia Urioste, jefa UTP del establecimiento, y la edición por parte de la subdirectora, Natalia Landahur.

María Paz Herrera, educadora de párvulos Kinder, otorgó su experiencia en el aula con niños con condición de anafilaxia; mientras que la inspectora general, Constanza Chamy, es responsable de seguridad e incorporación protocolo al PISE escolar.